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lunes, 26 de enero de 2015

MEJILLONES AL HORNO CON BECHAMEL DE LANGOSTINOS


En algunos sitios a los mejillones así preparados se les llama TIGRES. Independientemente del nombre que se le dé, esta preparación hace que los mejillones sean divertidos  y muy ricos.

INGREDIENTES:

MEJILLONES ( pueden comprarse ya limpios y cocidos. Yo los compré frescos, sin cocer y los limpié en casa).
LANGOSTINOS
CALAMARES O ANILLAS DE CALAMAR
CEBOLLA
PUERRO
COGNAC
SAL
SEMILLAS DE SÉSAMO O LINO
LAUREL

BECHAMEL: Mantequilla, leche, harina, sal y nuez moscada.

Comenzamos limpiando los mejillones debajo del agua, les quitamos raspando, los restos marinos de la cocha y los hilos.






Un vez limpios y escurridos los ponemos a cocer en una cazuela con una hoja de laurel y los dejamos 5 minutos desde que hierve el agua.
Escurrimos los mejillones y los abrimos del todo separando la carne de la concha.





Preparamos los langostinos. Igualmente pueden ser cocidos o frescos para cocerlos en casa, en cualquier caso, los limpiamos, les quitamos la cabeza y los pelamos para trocear.





En un sarten ponemos aceite y doramos cebolla y puerro. Cuando ya tienen colorcito les añadimos un buen chorro de cognac y  ponemos  los langostinos, los mejillones y los calamares picados. Los dejamos que se vayan haciendo.











Mientras, vamos preparando la salsa bechamel ( ver anteriores recetas). Cuando ya la tenemos hecha, la apartamos del fuego y añadimos los ingredientes de la sarten, todo, incorporamos todo, incluido el caldito de cognac. Ahora viene lo mejor; con la batidora vamos a pasar los ingredientes pero poco, es decir, damos unas vueltecitas  pero dejamos que queden trozos, queda mejor si nos encontramos trocitos en el bechamel.

Ya que tenemos el relleno preparado,  vamos a incorporarlo poco a poco y con una cucharilla a las conchas de mejillón que hemos reservado antes.






Una vez rellenos, los dejamos enfriar y reposar un poco y los ponemos en una bandeja para meter al horno.
Espolvoreamos semillas de lino o de sésamo ( yo puse las dos) para que queden un poco crujientes. En vez de utilizar pan rallado para gratinar, lo sustituí por las semillas que son mucho más nutritivas y sanas.





Ponemos el horno precalentado a 200 grados,  dejamos que los mejillones se doren
y éste es el resultado: riquísimos mejillones gratinados, sabrosos y nutritivos.





Truco: hay que rellenarlos mucho, antes de meter al horno, porque  con el calor se "desinflan" bastante.

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